CONVOCATORIA DEL 44 FESTIVAL

                                 

El 44 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano tendrá lugar en La Habana, del 8 al 17 de diciembre del 2023. Bajo este propósito, la cita abre las inscripciones para las obras cinematográficas interesadas en participar en dicha edición, así como optar por los premios que se otorgan.

Su programa incluye además una amplia y representativa muestra de cine contemporáneo proveniente del resto del mundo, las actividades de Industria, así como encuentros y seminarios sobre diversos temas de interés cultural y, en especial, cinematográfico.

Esta convocatoria establece que solo serán aceptadas para el concurso de filmes, producciones de tema latinoamericano terminadas entre 2022 y 2023.

Inscripciones:

  1. La inscripción de las obras para los concursos deberá realizarse a través del sitio web del Festival, habanafilmfestival.com o directamente en las oficinas de su sede en La Habana, antes del 15 de Agosto de 2023.
  2. Los interesados deben rellenar el formulario de inscripción que aparece en el sitio web del Festival con toda la información requerida, incluida la ficha biofilmográfica del autor. No se aceptarán inscripciones incompletas.

FILMES: La inscripción se acompañará obligatoriamente de un link con descarga abierta en Vimeo, acompañado de una contraseña. Estos datos deben introducirse en los campos correspondientes, habilitados en la planilla de inscripción online. Los diálogos, narraciones y textos en esta copia para selección deberán estar en español. Si este no es el idioma original, dicha copia deberá tener subtítulos incrustados en español o inglés.

GUIONES INÉDITOS: la inscripción se acompañará de una copia digital en formato pdf del guion en idioma español. Esta será enviada a habanafest@gmail.com

CARTELES: la inscripción se acompañará de una copia digital del cartel en formato .jpg a 300 dpi de resolución. Esta será enviada a cartelesfestivalhabana@gmail.com

Se mantienen los Concursos de Largometraje de Ficción, Ópera Prima, Largometraje Documental, Cortometraje, Animación, Guion Inédito, Cartel y Postproducción.

Es importante que los interesados en inscribir su obra al Festival recuerden que, si la obra fue inscrita anteriormente, no podrá ser inscrita de nuevo. De ocurrir esta situación, la inscripción será cancelada automáticamente.

Inscribirse

Tomado del sitio oficial del Festival de Cine

El Conservatorio de Música Esteban Salas y el Festival Santiago Álvarez crean nuevas alianzas

                                 

Entrevista a Margarita Vaillant, directora del conservatorio

Por: Fiorella Franco


Una nueva edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam llega a la ciudad caribeña de Santiago de Cuba desde el 3 y hasta el 8 de marzo. Son muchas las instituciones que acogen el evento, como cada año. Sin embargo, esta 20 edición contará además con el apoyo y acompañamiento del Conservatorio de Música Esteban Salas. Su directora, Margarita Vaillant, conversó acerca de este vínculo entre el festival y la escuela y lo que estará aconteciendo en la institución durante estos días.

Margarita afirma que el conservatorio está muy orgulloso de poder participar en esta ocasión de manera directa en el Festival Santiago Álvarez.  Considerándolo de gran importancia para la cultura de nuestro país, además de como una vía que tienen los jóvenes de acercarse al quehacer artístico y revolucionario de Santiago Álvarez.

“Tendremos la dicha de contar dentro de la programación, el domingo 5 de marzo a las 3:00 pm con un intercambio de clases magistrales con dos músicos percusionistas norteamericanos. Ellos han basado su obra fundamentalmente en el audiovisual. Los estudiantes tendrán la oportunidad de escuchar en sus propias voces como se ejecuta y la importancia que tiene la música como base en un trabajo audiovisual. Tendremos además la oportunidad de mostrarles a ellos que a pesar de todas las limitaciones que tenemos en el país, todavía la enseñanza artística, y sobre todo aquí en Santiago de Cuba, con mucho amor y mucha dedicación, logramos todavía la formación de nuevos talentos de la música”.

Este encuentro surge a raíz de una visita que realizara a Santiago de Cuba Teresita Herrera, coordinadora general del festival, y que se transformó en un vínculo entre el Conservatorio Esteban Salas y el evento. Partiendo del interés de Teresita Herrera de conocer la escuela de música, Margarita Vaillant tuvo la oportunidad de mostrarle algunas de las manifestaciones de los géneros que se cultivan en la ciudad. La visitante quedó maravillada con el talento de los estudiantes. De esa manera comenzó una buena amistad en el orden personal y en el profesional, que ha permitido a la institución abrirse camino en el mundo del documental.

“Hemos querido vincular el documental a la música, pues realmente son dos eslabones fundamentales que no se pueden separar”.

El Conservatorio Esteban Salas es un centro regional que acoge estudiantes de toda la región Oriental. Según Margarita, muchos no han tenido la posibilidad de formarse realmente en el mundo de la documentalística, y esta resulta una oportunidad no solo de brindar la música que hacen en la institución, sino de que las nuevas generaciones puedan ser testigos del festival.

“Los estudiantes tienen la programación de todos los documentales que están en competencia. Gracias a lo cerca que estamos del cine Rialto, ellos se insertarán en esta programación, así como en las demás actividades que se estén realizando”.

Con una matrícula de 196 estudiantes, de ellos 114 internos, procedentes de las provincias centro orientales y de los municipios de Santiago de Cuba, el conservatorio responde a un programa de desarrollo de la música vigente hasta el año 2030. Con un programa centrado en las necesidades de cada territorio, realizan graduaciones en las diferentes líneas musicales. Cuentan además con todas las líneas de estudio, exceptuando las de laúd y canto lírico por falta de locales. Aún así, planean una futura extensión que permita insertar estas líneas de estudio para los estudiantes de la región que deseen estudiarla.

“Tenemos la dicha de ser el único centro de conjunto con la Escuela Nacional de Música que tiene abierta entre las líneas de formación la de asignaturas teórico musicales, y es por eso que nosotros también acogemos a estudiantes que hacen su pase de nivel optando por este tipo de formación y que son de la región oriental y de la región central también”.

La directora de esta escuela media de música hace énfasis en la participación de su institución en futuras ediciones del festival de documentales.

“Para la próxima edición ya tenemos pensado inscribir un documental sobre la vida musical santiaguera con la realización de la productora Guajiros Films. Un trabajo maravilloso que dura 45 minutos y consigue hacer un recorrido por todo el acontecer cultural de Santiago, y ahí por supuesto no podía faltar el conservatorio”.

Tomado del Boletín del 20 Festival Internacional Santiago Álvarez in Memoriam

Diálogos constantes del cine documental y la música

                                 

En la segunda jornada teórica del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memorian se debatió sobre la realización de cine documental e influencia de la música cubana

Por: Rubén Ricardo Infante


Los encuentros teóricos son parte de la programación dentro de la vigésima edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam, cada mañana los participantes y asistentes al evento se encuentran con nuevos enfoques, experiencias y apreciaciones sobre la realización audiovisual y sus diálogos con otras artes.

El crítico y escritor Frank Padrón, antes de presentar a la realizadora y profesora Gloria Rolando, comentó sobre algunas de las características del cine documental realizado en EE.UU., las herencias de Santiago Álvarez para las jóvenes generaciones y la influencia del contexto político y social en las temáticas abordadas, así como el tratamiento conceptual.

Como parte de su exposición, la directora incluyó la proyección de fragmentos de los documentales 1912: Voces del silencio y Hermanas del corazón. El primero, referido a los Independientes de Color y su papel contra la discriminación racial, la equidad y la búsqueda de las historias ocultas en nuestra gente; y el segundo sobre la orden de las Hermanas Oblata.

Los fragmentos seleccionados por la directora muestran su interés por contar esas pequeñas historias de movimientos obreros, sindicales, religiosos y culturales; y las vivencias de muchos de nuestros antecesores.

Bajo el título “Historia e imágenes de nuestra gente”, Rolando expuso sus experiencias sobre la realización documental, los creadores que la han acompañado en la producción de sus obras y el apoyo que ha recibido por parte de instituciones como el ICAIC, la Casa de las Américas y universidades.

También refirió cómo se ha encontrado los temas y los protagonistas de sus documentales; y la utilización de un acucioso método de investigación para obtener la mayor información sobre esas obras, lo que ha permitido reflejar en pantalla verdaderos testimonios de nuestra identidad, historia y cultura.

En un segundo momento de la jornada, los participantes y asistentes a la Galería Oriente, sede del seminario teórico del Festival, pudieron escuchar la conferencia “Influencia de la música cubana en la música latina de New York”.

En su intervención, los músicos estadounidenses Antonio Nadal y Boby Sanabria comentaron los procesos de relación entre los ritmos propios de la sonoridad de la isla y cómo se han insertado en creaciones, géneros y temas de la música de origen latino en la ciudad de New York.

La segunda jornada teórica del Festival ha propiciado un diálogo con otras perspectivas que mezclan el documental y la música; los puentes culturales y las historias compartidas.

Union Maids: Una gran historia mínima

                                 

El documental fue exhibido durante la gala inaugural de la edición 20 del Festival Santiago Álvarez

Por: Bruno Díaz


La mejor película sobre la historia de los trabajadores que he visto jamás.

Howard Zinn

Union Maids (1976), dirigida por Julia Reichert y Jim Klein, es una historia de fundación, emancipación, empoderamiento, participación social y redención de las clases obreras. También vindica el abordaje de la historia como collage de testimonios mínimos, cotidianidades y experiencias. Esta película apuesta por que el discurrir de un mundo se conciba como la sumatoria de todas las vidas que generan y catalizan acontecimientos que luego recoge la historia, pero siempre a costa de sumir a los protagonistas en el anonimato multitudinario.

La masa como concepto es empleada por los poderes diestros y siniestros para anular la importancia del libre albedrío individual sobre el que se construyen los colectivos —vistos estos como consensos y pactos, nunca como grupos aturdidos que siguen ciegamente a líderes iluminados y carismáticos. En un grupo se ahogan los nombres y las identidades, las experiencias personales y los sentimientos. Por eso hay que nombrar, recordar hasta el último de sus miembros. Tarea tan bella como imposible. Utópica.

Los testimonios de Kate Hyndman, Stella Nowicki, Sylvia Woods, protagonistas del auge sindicalista estadounidense suscitado durante la década de 1930, a raíz de la gran crisis capitalista desatada en 1929 —y que solo pudo ser superada con iniciativas “socialistas”—, demuestra lo complejo de los procesos de toma de conciencia que se operan en un ser humano, en su camino a convertirse en militante y activista (como en el caso de las protagonistas de marras) de una causa colectiva. Así como el doble reto que supuso, y aun supone, para una mujer irrumpir en la esfera pública, entonces a pocos años de haber ganado el derecho a votar.

El triunfo sufragista en Estados Unidos fue más provocación que final feliz. Las perdices no se dejaron devorar tan fácilmente. La rejerarquización de la mujer en la esfera pública estaba solo comenzando, y su implicación en las duras bregas sindicales fue otro paso gigante hacia un rol aun no suficientemente consolidado, ni en esa nación ni en casi ningún lugar del mundo. Estas luchas eran el contexto ideal para que germinaran los primeros brotes de la causa feminista, aunque aún se pensara que estas lides eran cosa de hombres. Kate, Stella y Sylvia se hallaron siempre frente a una doble hegemonía, pues en los propios aliados podían hallar enemigos.

La película, de 54 minutos de duración, mixtura y contrasta los hasta entonces inéditos testimonios orales de las mujeres con imágenes de archivo de la época; el alegre ritmo de temas musicales agitprop con sonoridades folk contemporáneas. La música popular es subrayada como registro instantáneo de los procesos históricos en ciernes. Crónica, testimonio y huella indeleble a través del tiempo.   

Union Maids fue la tercera colaboración entre Reichert y Klein, que ya habían dirigido previamente Growing Up Female (1971) y Methadone: An American Way of Dealing (1975). La pobre distribución y exhibición en las salas nacionales de Growing Up Female propició la fundación de New Day Films, una compañía aún vigente, con la que Reichert, Klein y las cineastas feministas Amalie Rothschild (It Happen to Us) y Liane Brandon (Anything You Want to Be) buscaron solucionar la promoción de sus obras, localizadas al margen de la gran industria. Otra historia de emancipación y empoderamiento paralela a la abordada por el documental.

Tomado del Boletín del 20 Festival Internacional Santiago Álvarez in Memoriam

Inicia Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez In Memoria + Boletín#1

                                 

Desde hoy y hasta el venidero 8 de marzo transcurre en la ciudad de Santiago de Cuba la edición XX del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam con una muestra especial del cine documental independiente estadounidense

Luego de dos años de confinamiento y trabajos no presenciales debido a la pandemia del COVID-19, vuelve a la urbe santiaguera, sede habitual del evento, el Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam. Para su presidenta, Lázara Herrera: “Será este un regreso de elevadas expectativas, porque volvemos a las salas de cine con un festival concebido a la altura del legado de quien fuera uno de los más grandes creadores de este tipo de cine”.

Herrera se refirió además, en conferencia de prensa previa al certamen ofrecida en el Centro Multicultural El Ingenio, que se aunaron esfuerzos para formalizar la presente edición con un formato habitual. En esta ocasión se inscribieron al concurso 138 obras de 31 países, de las cuales fueron escogidas 17 en competencia.

En la muestra seleccionada resalta la diversidad de la realización audiovisual en cuanto a estilos, lenguajes y temas. Destacan temáticas como: la música, la diversidad sexual, el ámbito familiar y las vivencias durante la pandemia, entre otros.

Por otro lado, las actividades teóricas y culturales a celebrarse en el marco del Festival serán acogidas por instalaciones como: los cines Rialto, Turquino y Caney, la Universidad de Oriente, el Museo de la Imagen Bernabé Muñiz Guibernau y la Galería Oriente.

Para la coordinadora general del Festival, Teresita Herrera, la edición actual sobresale por la calidad de las obras concursantes. Son ejemplo de ello: la dedicada a la temática LGBTIQ+, una conformada por obras realizadas por mujeres, y en especial la muestra de documentales independientes de Estados Unidos a quienes está dedicado el certamen.

Directores, realizadores, productores y aficionados debatirán sobre el arte del documental y la impronta de Santiago Álvarez. Foto: Carlos Daniel Carrillo Herrera.

Como parte de las celebraciones y reconocimientos, se distinguirá el 30 aniversario de la creación de la Televisión Serrana y al Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fundado hace 45 años.

Descargar Boletín 1 del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez In Memoria

Identidad, historia y formas de la realización documental

                                 

El programa teórico de la vigésima edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam abordará diferentes aspectos de la realización, figuras de la historia y procesos de la identidad nacional cubana


Por: Rubén Ricardo Infante

El próximo 3 de marzo iniciará en Santiago de Cuba, la vigésima edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam y en su programa se incluye una serie de encuentros teóricos que propiciará el enriquecimiento profesional de los asistentes al evento en aspectos que transitan desde el arte del documental, el tratamiento de la historia en la obra documental de Santiago Álvarez y la manera en que abordó la figura de José Martí.

Cada uno de estos encuentros, cuya sede es la Galería Oriente, comenzarán a partir del propio día 3 y se extenderán hasta el 7 de marzo; donde el poeta y crítico Frank Padrón fungirá como moderador del programa teórico del evento.

El profesor y documentalista Jorge Fuentes se encargará de abrir las sesiones teóricas del Santiago Álvarez, y exponer sus consideraciones acerca de cómo el documental aborda la relación entre verdad y realidad, un tema que permitirá debatir sobre las formas del documental al asumir hechos y contarlos desde la matriz de una cámara.

El cine, como cualquier arte, expresa una realidad desde la perspectiva del director. Los vínculos entre el documental y el hecho están permeados por juicios, matices, apreciaciones… que hacen que la perspectiva sea una característica propia de acuerdo a los presupuestos o nociones personales.

Fuentes ha desarrollado una amplia y sostenida obra documental y ha concentrado esfuerzos en investigar sobre el difícil arte de la realización documental. Un ejercicio que ha adquirido desde la práctica y donde sus experiencias ofrecerán nuevas consideraciones y criterios a tener en cuenta para quienes asumen el lenguaje del documental como forma para expresar en imágenes hechos de la historia, la cultura y la sociedad.

Como homenaje al creador de un proyecto de gran significación en la historia audiovisual cubana, el Noticiero ICAIC Latinoamericano, también se debatirá en torno al tratamiento de la historia en la obra documental de Santiago Álvarez por la profesora Aida Morales y cómo la presencia de José Martí es motivo recurrente en la obra del director de Now!, punto de partida para el debate que propiciará la profesora Martha Fuente.

El Noticiero ICAIC Latinoamericano, informativo fílmico semanal creado por Santiago Álvarez, arriba a su 63 aniversario.

También con una extensa obra, la profesora y realizadora Gloria Rolando ofrecerá el día 4 de marzo sus experiencias en los procesos de investigación que son parte esencial en el desarrollo de una obra documental. Para Rolando, el ejercicio creativo se sostiene en la búsqueda de las historias que guardan los personajes comunes, la gente sin historia.

En esa búsqueda de las esencias, la realizadora que arribó a sus siete décadas de vida y casi la mitad de su vida dedicada a la realización, ha trazado un mapa sobre nuestras raíces, desde los vínculos y herencias de la cultura africana en nuestra configuración como nación, hasta indagar en nuevas historias y personajes de la cultura cubana.

Para ese día, se suma la conferencia de los músicos estadounidenses Antonio Nadal y Boby Sanabria, acerca de la influencia de la música cubana en la música de origen latino en la ciudad de Nueva York. Muchos estudiosos consideran que la música cubana es la verdadera esencia de la cultura de la Isla, más allá de las discusiones que esta aseveración podría generar, lo cierto es que constituye una manifestación que expresa la identidad, la cultura, la tradición y la historia de Cuba.

Con el mismo afán de desentrañar las figuras de nuestra historia, en la jornada del día 5 de marzo el investigador Heriberto Feraudy se adentrará en José Antonio Aponte, a quien considera el gran desconocido. El carácter insurgente de Aponte le valió su inserción en la historia nacional, sin embargo, no ha sido lo suficientemente abordada desde los estudios históricos, culturales o dedicados a figuras en específico.


En la segunda parte del programa teórico de esa jornada, un grupo de realizadores integrantes de Meerkat Collective expondrán sus estilos en la producción colectiva y su inserción en ámbitos comunitarios.

Desde la calle Heredia, en la Galería Oriente, también habrá espacio para debatir en torno a las metas y retos del activismo feminista en la Cuba actual, un tema que propone la profesora Taïna Barthel; y en un segundo momento de esta jornada del Festival, a través de un panel integrado por los realizadores Pamela Sporn, Catherine Murphy, Jim Klein y Tony Eriza, se comentará acerca de cómo se distribuye de manera colectiva el documental independiente en EE.UU.

Las experiencias de este grupo de realizadores permitirán comprender las dinámicas en la distribución del documental, su inserción en espacios de promoción, plataformas, y canales de distribución. Las lógicas en las formas de colocar obras independientes están caracterizadas por las gestiones individuales, sin el respaldo de las principales empresas encargadas de la realización y distribución de las mismas.

Con el propósito de sumar experiencias, temáticas y propiciar debates en torno a fenómenos del ámbito audiovisual, en la última sesión teórica, la Universidad de Oriente acogerá la conferencia: “El documental como arte de la conciencia”, con la cual el cineasta y profesor Carlos Azpúrua aborda la función que este arte puede tener para movilizar opiniones, denunciar hechos y situaciones y promover un debate desde la responsabilidad social del realizador en temas de orden político, social, cultural, identitario…

En 1993, Santiago Álvarez recibe el Premio The Dallas Smyte por la Unión Democrática de Comunicaciones de los Estados Unidos al conjunto de su obra Cinematográfica, por su aporte a una comunicación democrática en el mundo.

La concepción del espacio teórico dentro de la programación del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam es un aspecto que reafirma la necesidad y el valor de este evento que alcanza ya una mayoría de edad y se consolida como el principal referente para el cine documental cubano e internacional.

La impronta de Santiago Álvarez en el cine documental desde la mirada de Carlos Mendoza

                                 

Santiago Álvarez es uno de los documentalistas latinoamericanos más destacados del siglo XX. Su extensa obra, premiada nacional e internacionalmente ha servido de inspiración no solo a cineastas cubanos, también a foráneos.

Tal es el caso del mexicano Carlos Mendoza, quien es director y estudioso del cine documental. En su más reciente entrevista para el programa Diálogos en reverso de la Unión de Periodistas de Cuba, realizada el 25 de enero de 2023, comentaba sobre la impronta de Santiago. Esta conversación ahondó, además, en su libro, La invención de la verdad: nueve ensayos sobre cine documental.


Octavio Fraga: Hola, buenas tardes. Bienvenidos al espacio Diálogos en Reverso en su segunda temporada. Son la una de la tarde y ya tenemos a nuestro primer invitado de este 2023, Carlos Mendoza. Es cineasta y un estudioso del cine documental. Bienvenido a este espacio de la Unión de Periodistas, un gusto tenerlo acá.

Carlos Mendoza: Igualmente para mí, Octavio, muchísimas gracias por la invitación. Para mí es un privilegio estar en el espacio y compartir con ustedes.

Octavio Fraga: Antes de empezar a presentar a Carlos quiero hacer la siguiente acotación sobre Diálogos en reverso. El año pasado hicimos unas catorce entrevistas donde contamos con una diversidad de invitados: críticos e investigadores de cine, cineastas, también directores de revistas especializadas de cine. Este año vamos a entrevistar, exclusivamente, a autores de libros de temática cinematográfica o autores de títulos que tributan al desarrollo del cine.

“Nuestro invitado es de lujo. Carlos Mendoza es profesor a tiempo completo de cine documental en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, fundador y director, desde el año ’89, del Canal 6 de Julio, muy conocido en el gremio del cine documental. Ha dirigido nueve mediometrajes en soporte cinematográfico, uno de ellos, El Chahuistle, obtuvo el Premio Ariel al mejor documental en el año ‘82, distinción que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). Con Petatera ganó, en el año ’99, el Premio José Rovirosa que otorga la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

“Ha sido guionista y realizador de cerca de setenta video-documentales. La casa productora Canal 6 de Julio obtuvo, en el año ’91, un reconocimiento especial dentro del Premio Manuel Buendía a la trayectoria periodística. En el 2000 su documental Operación Galeana fue galardonado dentro del certamen Pantalla de Cristal con tres reconocimientos: mejor documental, mejor guión para documental y mejor animación para documental.

“Tiene varios libros publicados: El ojo con memoria, Apuntes para un método de cine documental, Canal 6 de Julio: la guerrilla fílmica, El guión para cine documental, un texto muy apreciado entre los que nos importa el cine documental, Cine y montaje documental, de Ficticia. La invención de la verdad. Nueve ensayos sobre el cine documental, que es el libro centro de nuestra conversación de hoy, entre otros títulos. Algunos de estos libros tienen más de una edición.

“El 25 de octubre de 2002 recibió el Premio Volcán que otorga el Festival Pantalla de Cristal como reconocimiento a su trayectoria como documentalista. Tlatelolco: las claves de la masacre, una de las piezas más reconocidas de su filmografía, ganó el segundo Premio Coral en el género documental en el Festival de La Habana en el 2003, un sustantivo filme de investigación periodística que siempre recomiendo.

“Ha participado en múltiples coloquios, mesas redondas, y ha impartido, también, cursos y conferencias en México, además de Nicaragua, España y Alemania. En este momento está trabajando en un proyecto, aprobado por la Universidad Nacional Autónoma de México, titulado: Documental Social Americano. Identidad y Contramemoria”.

—Bueno Carlos, empiezo por la pregunta de rigor. En el apartado Relaciones y agradecimientos del libro, esquivas bocetar tus definiciones sobre los términos documental y no ficción, ¿no los diría hoy?

Carlos Mendoza: Yo en ese momento no conocía el trabajo de un teórico estadounidense, que me parece fundamental, se llama Carl Plantinga. Nosotros, como parte de la maestría en cine documental que creamos en la UNAM, ubicamos la primera traducción de su libro: Representación y retórica de los filmes de no ficción. Plantinga es el que define, con más precisión, ese término de no ficción. Él se refiere a la no ficción como el discurso que es producto de una construcción marcadamente retórica, que descree o se aparta de este documental más realista que predominó en las primeras décadas del siglo —desde los veinte hasta cerca de los años cincuenta— que fue un poquito más. Es el documental que algunos identifican ligado a John Grierson, el fundador de la escuela británica. A mí me parece que la definición que hace Plantinga es muy precisa. Sin embargo, hay otros autores —muchos más— que usan el término no ficción con mucha más laxitud, con menor flexibilidad, y lo usan, casi, como una expresión de la teoría escéptica del documental, que también caracteriza a Plantinga. Es esta postura que descree del documental, que considera que el documental en general —sobre todo el documental social— ha sido una representación insuficiente de la realidad y que no tiene prácticamente valor como una expresión distinta a la ficción. Esta visión de la no ficción pues, justamente, acerca al documental más a estas posturas que propenden a defender que el documental y la ficción, prácticamente no tienen fronteras que los separen.

“Entonces, yo usé el término no ficción, deliberadamente, como sinónimo, porque se menciona tanto la palabra documental que facilita mucho la redacción, esto lo hacen otros teóricos, lo ha hecho Bill Nichols, que no usa o no se aproximan a la definición de Plantinga, es en ese sentido que lo enuncié. De los siete trabajos que he hecho posteriormente sí me ocupo de esta división, que sí considere válida, y que debemos observar. Pero quiero insistir, hay muchos autores que la usan, muchas veces, bastante caprichosa”.

Octavio Fraga: En el libro usted afirma: “El cine documental se ha convertido en súbita moda”. ¿Esa sentencia la ratificaría hoy tras 15 años de haberse publicado este volumen? ¿Qué tendencias estéticas, narrativas y temáticas caracterizan en la última década al cine documental?

Carlos Mendoza: Eso lo escribí porque, por lo menos en México sucedió, y creo que en otros países de América Latina. Los noventa fue, especialmente, una década del relanzamiento del documental en buena parte de nuestra vida cultural. Se apoyaba muy poco, había muy pocos espacios para difundirlo, y creo que esto estaba ligado, en buena medida, a la censura, a una visión desde el poder, desconfiada del documental, que sí había estado, digamos, señalándole muchas cosas al régimen de entonces en México. Los que nos dedicábamos al documental en esos años éramos realmente muy pocos y nos costaba muchísimo trabajo difundir el documental, incluso en la Escuela de Cine de la UNAM el documental estaba muy relegado, muy disminuido. Sin embargo, en México, más o menos sobre el 2002 o el 2003, hay un trabajo de Michael Moore que se llama Masacre en Columbine que es un éxito de taquilla y que viene a desmontar la idea de que el documental no interesaba, que no era rentable. Esto tumbó el mito, que estaba también ligado a una postura de censura por parte de las entidades culturales de México. A partir de ahí la institución estatal que apoya el cine, que es el Instituto Mexicano de Cinematografía, empieza a dedicar fondos para apoyar el documental, coincidiendo, más o menos con estos años, y sí hay un desarrollo súbito del documental que es muy, digamos, vertiginoso. Al principio parecía muy prometedor; yo creo que lo que ha pasado de ahí para acá es un poco confuso —en el ámbito mexicano ha sido bastante confuso— porque se ha promovido un documental que no era el que se venía haciendo de una manera natural por parte de los estudiantes de cine y de otra gente que se ligaba o se acercaba al cine, que era un documental muy interesado en la perspectiva social, política del país. Eso sucedió mucho en la Escuela de Cine de la UNAM, se empezó a hacer un documental con pretensiones más autorales, quiero decir que el documental que mencioné antes tampoco estaba exento de pretensiones autorales pero sí estaba mucho más marcado en un compromiso social mucho más claro, y empieza, digamos, a dispersarse. Empiezan a hacerse búsquedas mucho más diversas, y algunas de ellas, asociadas a visiones que vienen de Europa desde la perspectiva de la postmodernidad. Entonces, me parece que hay una amalgama o una diversidad de expresiones y de tendencias que a mí no me parecen negativas, no me parecen malas. Cada quien tiene que hacer las búsquedas que considere, que cada quien quiera hacer, que sean pertinentes; sin embargo, esta última visión, digamos, postmoderna, que viene acompañada de un ánimo medio abolicionista, de descalificar, esa sí descalifica a ciertas vertientes del documental social, al que considero la expresión un poco rudimentaria, poco interesante por sabida. Me parece que ese es, más o menos, el escenario que tenemos hasta la fecha, de una gran diversidad de búsquedas de diferente tipo.

“Por ese camino veo revisionistas, no está tan definido, pero que se ha relegado a muchas expresiones del documental social que, paradójicamente, son de las que más le interesa al público, por lo menos en México. El gran público, o el público más amplio que se acerca al documental, generalmente tienen como referente el documental social, el documental político, que ha sido emblemático en la historia de esta modalidad en México”.

Octavio Fraga: Mucho se ha estudiado, de alguna manera usted lo aborda en el libro, la relación —yo diría— histórica entre el documental y el periodismo, sin embargo, he leído poco sobre la relación entre documental y literatura, ¿cuál es su visión sobre esta relación literatura-cine documental?

Carlos Mendoza: Yo creo que eso tiene relación con la primera pregunta, la diferencia entre documental y no ficción, me parece que la no ficción —que no está peleada con el documental social, con temas de interés público— pues frecuentemente los aborda con más libertad, con mucha más flexibilidad. Hay muchas películas que toman prestados fragmentos de películas de ficción, eso lo hizo Santiago Álvarez desde películas como LBJ o algunas otras, pero también lo han hecho algunos cineastas estadounidenses como Peter Davis marcadamente en 1974, ‘75, con un film titulado Mentes y corazones, (Hearts and Minds), y luego algunos otros realizadores, Michael Moore lo ha hecho frecuentemente. Entonces me parece que ahí hay una asociación, si no es con la literatura propiamente sí con una flexibilidad mayor, menos periodística, menos realista. Yo hablaría de realismo crítico, no de realismo en el sentido bergsoniano, pero sí hay —me parece— búsquedas que se pueden equiparar a la relación entre el documental y literatura, que no están peleadas necesariamente con el periodismo. Estamos viviendo, cada vez más, películas o documentales que son híbridos, que tienen una mezcla de investigaciones muy rigurosas con maneras más libres de hacer el relato, de contar el relato, con muchas más licencias retóricas, y que no están reñidas ni con la historia del documental, ni con las temáticas, no sé si está de acuerdo en esto.

Octavio Fraga: Totalmente de acuerdo. Incluso me permitiría comentarle, el cine de ficción lo ha hecho históricamente, pero el documental no debería descartar toda la teoría desarrollada sobre la literatura, y todas las estructuras narrativas que habitan en la literatura, que pueden construirse sin hacer un trasvase, como enuncia Fernando Buen Abad en otro tópico cultural, que estuvo en este espacio. Por ejemplo, toda la teoría desarrollada en torno a la literatura rusa, puede ser tomada, también, para el cine documental.

Carlos Mendoza: Sí, en el libro yo comento este fenómeno del periodismo ligado a la literatura, Truman Capote, Wolfe y otros autores —algunos de ellos estadounidenses— por donde pasa también Kapuscinski, que digamos, es la conexión o ese punto donde se mezclan las aguas de la literatura con el periodismo, que no es fácil de establecer. Sin embargo, se trata de trabajos con una muy importante referenciación a problemas, a temas abordados desde perspectivas, que tampoco están reñidas, en absoluto, con el periodismo. Entonces me parece que, este mismo fenómeno, se traslada al ámbito del documental.

Octavio Fraga: La crónica es también una fuente natural del documental ¿Qué cimientos teórico-prácticos de la crónica periodística pueden enriquecer al cine documental contemporáneo?

Carlos Mendoza: La crónica es un género que está hermanado al documental observacional, así lo definen algunos autores, sobre todo Nichols, así está aceptado. Digamos, el que hacen desde Jean Rouch hasta Weisner, pasando por otros realizadores, y me parece que no hay prácticamente una línea que separe a lo observacional del viejo género de la crónica. La crónica son relatos, generalmente cronológicos, donde se trata que el espectador sienta que está presente en el lugar donde sucedió eso, y en el que cobran gran importancia las atmosferas, y me parece que las definiciones coinciden básicamente. Entonces, en ese sentido, los géneros yo les llamo histórico-periodísticos, son los que mejor explican estos modos de abordar el conocimiento, que son al final de cuenta los géneros.

Octavio Fraga: Usted señala en este volumen que no toda pieza documental ha de terminar en una puesta profunda, trascendente ¿Qué lectura podemos hacer de esta aseveración?

Carlos Mendoza: Bueno, hay una gran diversidad de documentales que tienen a su vez una gran diversidad de objetivos a seguir, y yo creo que hay muchos documentales que se ocupan de asuntos inmediatos, o no tan de fondo, que en unos años dejan de tener la misma vigencia que tuvieron originalmente, y me parece que son válidos. En el caso del documental social, hay muchísimos que recogen un momento y que tienen una vigencia limitada, pero que también tienen gran importancia mientras esa vigencia permanece. Hay documentales que son para muchos años, yo no sé si podemos decir que para siempre —puede ser que sí— hay otros que no, pues abordan temas a más corto plazo, digamos que tienen una fecha de caducidad como los medicamentos, pero que curan, que también sanan.

Octavio Fraga: Santiago Álvarez sentencia, usted lo ha citado en el libro, “el Noticiero ha de ser un producto elaborado técnica y artísticamente inobjetable”, ¿Cuál es su interpretación de esta aseveración, venida de un cineasta esencial del documental latinoamericano y cubano?

Carlos Mendoza: Bueno, yo creo que no sólo es muy precisa esta definición, sino que además viene acompañada de la propia obra de Santiago Álvarez tanto en sus documentales, en los que hay muchos cortometrajes, algunos mediometrajes, pero también en el Noticiero ICAIC que estaba muy lejos de ser, a veces sí lo era, una simple relación de hechos. Hay episodios o entregas del Noticiero ICAIC que tenían un formato como el Noticiero habitual, pero muchísimas veces las entregas, los capítulos de este Noticiero estaban elaborados a partir de una idea muy flexible, muy creativa, muy libre del discurso, y eso necesariamente tenía un efecto muy positivo en el espectador, y en ese sentido Santiago Álvarez es un paradigmático, porque además lo hacía con una enorme naturalidad. No es que él se haya propuesto ser un documentalista especialmente creativo, sino que él veía las cosas, y entre otras, por la urgencia del trabajo y por la rapidez con que tenía que entregar frecuentemente, pues confiaba en su espontaneidad, en esa creatividad, en esa visión fresca que mantuvo durante muchos años, que es muy meritoria, y que ahí está para quien la quiera revisarla.

Octavio Fraga: La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha incluido, en el 2009, a la serie Noticiero Icaic Latinoamericano en el Registro “Memoria del Mundo”. Se entregan a todas las obras y colecciones del patrimonio documental mundial por su transcendencia como bien patrimonial, documental e histórico.

Carlos Mendoza: Yo había leído algo, no lo sabía con tanta precisión. Le comento que, en mis años de juventud, cuando se proyectaban las entregas del Noticiero ICAIC en la UNAM —en donde eso se podía hacer— era un motivo de jolgorio, de regocijo de la gente verdaderamente notable, sobre todo de los estudiantes. Entonces, como decíamos al principio, Santiago Álvarez está ligado estrechamente a nuestra vocación, a nuestra historia.

Octavio Fraga: Persisto en Santiago Álvarez. Otra vez usted lo cita en el libro: “Una misma noticia debe ser filmada para el cine con una óptica audaz contantemente renovada”. Partiendo de esta tesis y en la zona sociológica del tema, pensando en el lector audiovisual ¿qué pasa en la sociedad global, cuando se manipulan los hechos, cuando se distorsionan los contextos o se materializa el descafeinamiento de los antecedentes históricos que convergen en esa materia prima que es la noticia?

Carlos Mendoza: Ahora estamos viviendo en varios de países de América Latina, y no sólo de América Latina, también de Europa, el apogeo de las noticias falsas, de las fake news. Ese es otro ejemplo que dio Santiago Álvarez, que a pesar de que era, en muchos sentidos, la visión de la Revolución cubana, la visión del estado cubano en los primeros años de la Revolución, de más de la mitad de la década, su elaboración estaba firmemente asentada en hechos, aunque se tomara muchas libertades para contarlos; digamos, la distancia que tenía en relación al hecho histórico o la información dura del hecho histórico, y que, generalmente, era muy responsable, yo creo que siempre. La vida ha dado muchas vueltas, tenemos la influencia de las redes sociales, del Internet, que ha traído un cierto auge, un apogeo de los discursos breves, muy superficiales, de esta inmediatez —en algunos casos muy preocupantes— y esto ha traído un fenómeno que todavía su alcance no lo podemos aquilatar del todo, y es que la gente ya no lee, incluso no leen los periodistas, sólo se basan en datos muy básicos, muy superficiales. Esto nos está trayendo un fenómeno muy complicado de fake news, de engaños, que se ensañan una y otra vez, que además están teniendo mucho éxito. Aquí decimos en México se van con esa pinta, se van con esa creencia de que eso que están leyendo, o que les llega por TikTok, o lo que les llega por otras redes, es verdad, y eso está trayendo muchos problemas, y muy graves, en sectores amplios de la población que terminan creyendo verdaderos disparates. La gente ya no tiene ni siquiera la preocupación de corroborar si eso que están leyendo, eso que está viendo en un TikTok es verdad. Estoy hablando de cosas verdaderamente disparatadas que con mucha frecuencia la gente acepta y empieza a creer que eso es cierto, y hasta las defiende y las discute.

Octavio Fraga: “Las guerras empiezan por culpa de los medios”, nos dice Julian Assange. No pretendo que sea una pregunta que apunta a buscar una receta, pero ¿cómo podemos abordar ese asunto?

Carlos Mendoza: Yo no sé si hay una defensa contra eso, porque junto con ese fenómeno que yo intentaba describir hay otro fenómeno muy presente en nuestras sociedades ahora, en los países en donde hay gobiernos digamos progresistas y que desatan, despiertan un gran revuelo al lado de los intereses de poder de los medios hegemónicos que es la polarización. La mezcla de noticias falsas con la polarización hace muy difícil que gente que lee una noticia falsa y que se enciende, se indigna y se pone a discutir y a hacer otras cosas, se preocupe por conocer lo que realmente está detrás de esa información.

“Desde luego que la ética es un componente fundamental del quehacer de los documentalistas, aunque debiera ser también responsabilidad de los grandes medios, me parece que esto está en crisis en los medios corporativos, en los medios ligados a los intereses de empresas que se dedican básicamente a otras cosas y que también tienen los medios de comunicación. Estamos viviendo un momento muy difícil en ese sentido, y es difícil predecir hacia dónde puede conducir esto. Hay un documental estadounidense muy interesante que se llama El dilema de las redes sociales que está basado en entrevistas a gente que antes formó parte de las directivas de YouTube, de estas redes, y ellos son muy pesimistas en cuanto al futuro que nos deparan estos medios, o estas redes. Decían que, hay algunos que temen que lleve, realmente, a una guerra civil, y creo que es muy preocupante lo que está pasando con esa falta de ética en medios que son en verdad mucho más influyentes que cualquier documental.

Octavio Fraga: En el libro usted aborda la relación entre artículo de opinión y ensayo ¿Cómo tributan estos dos géneros periodísticos, por su experiencia también como realizador, a la construcción del documental?

Carlos Mendoza: Desde hace unos años se ha puesto de moda, ha tenido vigencia —no lo digo peyorativamente— se le ha dado mucha importancia al género del ensayo, que está hermanado con el artículo, es un género de opinión básicamente opinativo, y es muy interesante lo que se le suele atribuir. Primero se le considera como una novedad en el mundo del documental, pero realmente no es así.

Si nos remontamos, por ejemplo, al trabajo de Alain Resnais, o al que hace el propio Resnais con Chris Marker Las estatuas también mueren (Les statues meurent aussi), vemos que no es nuevo. Sin embargo, se le ha querido atribuir una serie de cualidades, que sí, que el ensayo tiene cualidades muy importantes. Hablábamos de Santiago Álvarez y los documentales de Santiago Álvarez tienen un componente ensayístico muy importante. Él dejó documentales que a mí me parecen obras maestras. Aparte de que su discurso es muy interesante, es un documentalista que se adelanta por décadas a las llamadas nuevas tendencias, a lo que luego empezaron a llamar nuevas tendencias, sobre todo en Europa, que es esta cosa de utilizar los rótulos, de utilizar otro tipo de recursos, y me parece, que bueno que haya una tendencia hacia el ensayo

“Hay una tendencia muy marcada hacia el ensayo en primera persona. Patricia Guzmán lo ha hecho en los últimos años con productos muy interesantes; sin embargo, yo creo que cada género tiene sus propias cualidades, cada género indica una forma, un modo de abordar el conocimiento, y no necesariamente el ensayo es un género que esté por encima de los otros. Se están haciendo cosas muy interesantes a partir de los demás géneros que conforman el ámbito del documental, sin embargo, este es un período en el que el ensayo está siendo ponderado. Yo recomendaría leer nuevamente el libro de Plantinga, que hace una reflexión sobre eso, diciendo que el ensayo está muy bien, pero que el ensayo no es superior a los demás géneros, que tiene sus cualidades, y tiene sus limitaciones como los demás géneros”.

Octavio Fraga: Usted dice: “Investigar es poner en práctica el cruzamiento de información y la asociación de ideas como ejercicio de comprensión e interpretación imaginativa, un ejercicio que puede llevarnos a vislumbrar lo esencial de un tema y los recursos idóneos para ponerlos en la pantalla”. Me parece espectacular su sentencia. Yo le pregunto, ¿cómo resolvemos este asunto ante esa generación de cineastas de documentales que deniega o desprecia la investigación?

Carlos Mendoza: Yo no sabía que también allá tenían esta situación de que los estudiantes de cine están mucho más interesados en buscar recursos creativos, formas originales de elaborar sus discursos, y voltean poco hacia la investigación. La investigación es fundamental, entre otras cosas porque investigando se tiene un acervo de referentes estéticos, pues en un momento dado, nos pueden ayudar a resolver de una manera más imaginativa, aunque le tomemos prestado a otras cosas que hemos visto en otros documentales, en recursos, en ideas. Es, básicamente, ensanchar nuestra visión acerca de un tema determinado o de una materia del conocimiento, y está ligado a nuestra curiosidad por saber y por entender las cosas de mejor manera.

“Yo consideraría, o considero, que es lamentable —en México nos pasa mucho con los estudiantes— que tengan esa renuencia a la investigación. También es un desafío para nosotros ver cómo los incentivamos a investigar de ciertas perspectivas, de ciertas técnicas, me parece preocupante, y la investigación es fundamental”.

Octavio Fraga: Usted lo dijo ahorita, yo lo comparto, no lo quise subrayar, tiene que ver también con el tema de la poca lectura en ciertas zonas de los jóvenes creadores.

Carlos Mendoza: Sí.

Octavio Fraga: La lectura lleva un entrenamiento previo, una habitualidad, etcétera, y hay jóvenes que desprecian la lectura. Creen que porque ven un video de quince minutos ya se lo aprenden todo, y como la investigación lleva todo un componente de lecturas, pues la desprecian.

Carlos Mendoza: Sí, estoy de acuerdo. Como he tenido muchos años dedicados a la docencia yo he sido testigo de proyectos de alumnos que cambian muchísimo desde el punto de vista formal, de ser proyectos que se estaban desarrollando, pues, de manera muy predecible, muy poco atractivos, que dieron el vuelco a proyectos muy interesantes gracias a la investigación que llevó al realizador a encontrar acervos, imágenes, fotografías, referentes en otras películas, en espacios donde no creían que podían encontrar nada, y que terminan cambiando completamente el signo de esos discursos que no parecían ser tan atractivos, yo estoy convencido de eso. Hay que buscar la manera de persuadir más a los jóvenes a que investiguen.

Octavio Fraga: La ideología, en el más amplio sentido del término, se construye desde el ámbito familiar, desde las vivencias personales, de la lectura y otros muchos aprendizajes que nos rodean ¿Cree usted en la imparcialidad? ¿Cómo entronca ese concepto en la apuesta final de una obra documental?

Carlos Mendoza: Yo creo que la imparcialidad puede ser importante en determinados temas, yo no tengo ningún problema con documentales de realizadores que se asumen como gentes que toman partido con un tema, o contra una causa o contra una determinada entidad, la que sea, un gobierno, un dirigente, una clase política, dependiendo de cuál sea el objetivo final del trabajo. Por ejemplo, ese trabajo de Tlatelolco yo creo que tendría que ser absolutamente imparcial, hablo del trabajo que usted comentaba al principio, porque se trata de mostrar lo más objetivamente posible a la gente, lo más apegado a la modalidad discursiva de la descripción qué fue lo que sucedió. Si uno empieza ahí: ¿qué fue lo que sucedió?, si uno empieza a hacer juicios de valor y a adjetivar, en esos casos corre mucho peligro el discurso de perder su eficacia y de alejarse del objetivo que persigue.

“Por ejemplo, yo no tengo ningún problema con Roger y yo, Roger and Me, de Michael Moore, que desde el principio se está mofando de un señor que cierra una planta en el pueblo que él nació, que deja sin empleo a miles de personas, y que ya tiene una idea de la vida y de su propio quehacer tan diferente y tan distorsionada a lo que podía ver un trabajador, unos hijos de trabajadores. En esos casos, a mí me parece que una cierta parcialidad —que está sustentada también en argumentos y en pruebas confiables— tampoco me parece que sea problemático, depende mucho del tema, y depende muchísimo del objetivo que se persigue”.

Octavio Fraga: Uno de los excesos del documental contemporáneo, le apunto que también pasa en Cuba, es el uso de la entrevista como recurso narrativo predominante ¿Fragilidad creativa, desidia estética, ausencia de rigores en la confrontación de los decisores en torno al arte final?

Carlos Mendoza: El tema de la entrevista a mí me parece que es complicado porque yo creo que podemos mencionar muchos trabajos basados en entrevistas que son, desde mi punto de vista, obras maestras y que están basados fundamentalmente en entrevistas. Yo creo que la entrevista es un género que hay que saber valorar, ponderar, hay que saber elegir muy bien a las fuentes con las que se va a dialogar, hay que saber muy bien hacia dónde se quiere llegar; pero también la entrevista puede ser un recurso muy fácil ¿Cómo puedo realizar un documental en muy poco tiempo que no me lleve mucho problema en la edición? Pues haciendo entrevistas consabidas, entrevistas predecibles, aburridas, etcétera ¿De qué depende? Son sutilezas del oficio las que nos permitirían marcar una intención. Pongo un ejemplo, hay un documental de un uruguayo, Gonzalo Arijón, sobre un tema muy conocido que fue el accidente que sufre un grupo de estudiantes uruguayos en los Andes, que se quedan como un mes perdidos en una cima de los Andes. El documental se llamó en un principio Náufragos y luego se llamó La sociedad de la nieve. Me parece que es una obra maestra. Hay otro documental, no sé si lo conoces, de dos documentalistas de la Alemania, de la RDA, a propósito del golpe de estado en Chile que se llama Los muertos no callan, de Heynowski y Scheumann, son dos entrevistas juntas a las viuda de dos funcionarios del gobierno de la Unidad Popular. Bueno, es la riqueza expresiva de esas mujeres, la propiedad con la que se expresan, la forma en la que desarrollan el relato de anécdotas, de lo que vivieron, de lo que les tocó vivir. A mí me parece magistral, eso no se acerca a este fenómeno que tanto lamentamos a veces, que son los llamados talking heads, los bustos parlantes, que son predecibles, aburridos ¿Dónde está la diferencia? Yo creo que en valorar precisamente las fuentes de las que están hablando y su cercanía con el tema, en qué momento permito un respiro, en qué momento corto un fragmento de la entrevista, cómo regreso a ella, cómo les hago ocupar el espacio a los protagonistas, cómo no le pongo la cámara, cuántas cámaras voy a usar, y me parece que algunos filmes —que son básicamente entrevistas— son más ricos, mientras otros pueden durar mucho menos que los que estoy mencionando como muy positivos; a los quince minutos ya no nos dice nada porque ya todo es predecible y porque no hay, ni siquiera, un vínculo que valga la pena entre el entrevistado y el tema y no queda claro para dónde vamos, etcétera.

“Es un tema complejo, pero yo soy defensor de la entrevista; la entrevista me parece un recurso valiosísimo que lo vincula con el testimonio, y el testimonio lo vincula con el rescate de la memoria, que ha sido una tarea muy importante de muchos documentalistas sobre todo de Suramérica, de Argentina, de Uruguay, de Chile, en los últimos años, y me parece que tenemos que ponderarla, cuidar, porque es un recurso que se puede vulgarizar muy fácilmente”.

Octavio Fraga: Usted dice: “El estilo no es únicamente el espejo de la ética sino que se trata también de un componente que influye en la interacción de la estrategia que el autor adopta para organizar internamente su trabajo ¿Debemos nuclear este artículo para articular una relación comunicativa eficaz con el lector fílmico?

Carlos Mendoza: Sí, creo que sí, pero no nos debemos de preocupar tanto del estilo. Yo creo que el estilo, y un gran ejemplo de esto nuevamente es Santiago Álvarez, el estilo fluye de una manera que tiene que aflorar de una manera natural, esa es mi idea. Cuando uno rebusca mucho una idea ya está corriendo algo de peligro, y me parece que hay documentales que son magníficos, cuyo mérito es respetar la historia y no querer aderezar ningún componente especial, muy rebuscado. Yo no sé si ustedes conocen también un documental que se llama Buscando a Sugar Man.

Octavio Fraga: Sí.

Carlos Mendoza: Bueno, a mí me parece que es un gran documental.

Octavio Fraga: Sí, sin dudas.

Carlos Mendoza: Tengo una magnífica opinión de él, y me parece que el mérito del realizador es que respetó la historia y no le quiso meter ningún elemento, ningún componente presuntamente innovador ni presuntamente original, sino respetar tal cual la historia. Es una magnífica historia que está contada de la mejor manera posible, no hay alardes de búsquedas innovadoras ni de aportes desconocidos, y me parece que funciona magníficamente en la medida que respeta una historia que es apasionante, que a todo el mundo le puede resultar interesante.

Octavio Fraga: ¿Qué importancia simbólica y narrativa le atribuye a la palabra en la construcción de una pieza documental?

Carlos Mendoza: Tremenda pregunta. Bill Nichols dice que las imágenes, tarde o temprano, acuden a la palabra para explicar su sentido, pero sobre todo sus implicaciones más profundas. Hay relatos que están basados en lo visual que son muy interesantes y que son magníficos, pero me parece que la palabra es fundamental. Hemos visto documentales muy apoyados en lo verbal, muy apoyados en la palabra que, a pesar de ser muy hablados, de ser muy verbales, son interesantes, son atractivos y no nos cansa. Nuevamente, cómo la usamos la palabra, para qué la usamos. Generalmente cuando los temas son complejos hay que acudir a la palabra; a veces no, a veces se puede prescindir de las palabras y se agradece. Yo creo que no hay fórmulas, no hay recetas, así como los poetas y los escritores, hay que ponderar muy bien el uso de las palabras, y hay que cuidarla lo más posible.

Octavio Fraga: En el libro de alguna manera usted parafrasea a John Rush cuando dice que la tecnología está íntimamente ligada a la forma. Eso me parece importante y, por supuesto, al contenido. Obviamente la tecnología nos condiciona el cómo podemos narrar, cómo podemos hacer una obra. Esta pregunta es quizás ¿Tenemos alguna manera de zafarnos de ese entramado para hacer una obra “única”?

Carlos Mendoza: Sí, yo creo que sí, hay un ejemplo que a mí me parece que explica muy bien esto, hay un documental brasileño de Jorge Furtado que se llama La isla de las flores.

Octavio Fraga: Sí, lo conozco.

Carlos Mendoza: La isla de las flores es un documental de 1989, basado en un registro de imagen no sincrónico; es una tecnología previa al final de los años cincuenta, al advenimiento de este equipo que nos permitió empezar a sincronizar sonido con imagen. Llega en esos años, y este trabajo es posterior y ese documental se pudo haber hecho perfectamente en los años cuarenta o a principios de los años cincuenta porque es una voz en off y una imagen, a veces la imagen es deliberadamente pobre, es una imagen que ni siquiera tiene un trabajo de iluminación, ni de registro muy cuidadoso, y es una obra muy original, una obra muy ingeniosa, creativa, y va atrás en relación a su época.

“En 1989 empezaba la tecnología digital, empezaba a ser accesible, sin embargo, lo que está ocurriendo ahora con la tecnología digital es maravilloso y nos aporta un montón de recursos que podemos identificar claramente. Yo pondría como ejemplo nada más los drones, cuántos documentales no tienen ya estas tomas cenitales; ya vemos el mundo desde una perspectiva que antes era casi imposible, sobre todo de hacerlo con esa minuciosidad, con ese esmero, con ese detalle que nos permiten los drones; la tecnología va marcando estilos, va marcando recursos que a su vez van conformando estilos. Cada innovación tecnológica significativa tiene un impacto en los discursos de cada época, pero hay gente que se libera de esto y que hace trabajos muy imaginativos, muy originales, a partir de recursos que no son los más innovadores, los más nuevos y más recientes; también depende mucho de la creatividad, del objetivo, de las características del realizador, me parece un tema muy apasionante”.

Octavio Fraga: Siempre aflora un debate entre la relación del historiador con el cineasta, no sólo en el cine documental, también en la ficción cuando se aborda un tema histórico. La historia, obviamente, es recurrente en el cine documental, y habita una insatisfacción, una crítica, sobre el abordaje del documentalista sobre ese tema ¿Esa confrontación, que no necesariamente tiene que ser encontrada, entre el historiador y el cineasta, tiene que ver, en parte, con el desconocimiento de la praxis del cineasta sobre cómo tiene que hacer su obra?

Carlos Mendoza: Sí, yo creo que también tiene que ver con el desconocimiento que el historiador tiene con las posibilidades que le ofrece el documental, es en los dos sentidos, y tiene que ver con la pregunta de la imparcialidad, de esta búsqueda del equilibrio, de la objetividad, entre comillas objetividad, pero me parece que también el historiador despreciaba mucho la imagen, no sabía cómo verla, qué ver en ella.

“En México, afortunadamente, ya empiezan a haber más historiadores que se involucran en el estudio de la imagen y que la empiezan a mirar como una fuente válida, y es que la imagen puede ser una fuente histórica tan confiable como los medios escritos siempre que se contextualice, siempre que se sepa en qué condiciones, cuándo, dónde y cómo fue producida, y el documentalista tiene que entender la importancia de esa imagen. Creo que uno de los principales vicios del documental, que se hizo durante mucho tiempo, es que se le daba a la imagen un valor meramente ilustrativo, para acompañar un discurso verbal. En México, muchos de los documentales que se hicieron sobre el ‘68, sobre el 2 de octubre, son documentales que lo mismo tenían imágenes del 2 de octubre que del 10 de junio del ‘71, que se presentaban como imágenes del 2 de octubre las imágenes de un mitin realizado en otro lugar, que no corresponden a la fecha trágica de la matanza de Tlatelolco y, sin embargo, decían estar en la Plaza de Tlatelolco. El movimiento estudiantil de ese año realizó dos o tres mítines en ese mismo lugar, entonces casi cualquier imagen de ese lugar era la imagen de los minutos previos a la matanza; no es cierto, pero eso es factible saberlo y es factible controlarlo, y todo documentalista que tiene en sus manos un tema histórico tiene que cerciorarse de qué imágenes está usando, cómo se originaron, cómo se produjeron, si corresponden realmente al hecho o no y ser muy autocrítico en el uso de estas imágenes, del mismo modo que el historiador tiene que entender que hay claves para elucidar la autenticidad de un documento visual, de establecer cuándo fue producido, cómo fue producido, y a qué evento y suceso corresponde”.

Octavio Fraga: Bueno, Carlos, muchísimas gracias por su tiempo, por estar aquí con nosotros durante esta hora, casi exacta de conversación. Nuestra reiterada gratitud y, por supuesto, seguiremos en contacto para otros proyectos que podamos compartir juntos.

Carlos Mendoza: Cómo no, con mucho gusto, y el agradecido soy yo. Ha sido un motivo de alegría, de honor, estar con ustedes compartiendo este espacio, y desde luego, yo te diría, que sigamos en contacto y que establezcamos colaboración en lo que sea posible.

Octavio Fraga: Un abrazo desde Cuba.

Carlos Mendoza: Igualmente, muchísimas gracias y un fuerte abrazo para todos.

Tomado de CubaPeriodistas

Instituciones santiagueras acogerán acciones del Festival Santiago Álvarez

                                 

El programa de la vigésima edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam se extenderá hasta instituciones culturales, académicas y comunitarias

Por: Rubén Ricardo Infante


La ciudad de Santiago de Cuba ha sido sede del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam desde sus inicios. Y ahora, que el evento llega a su vigésima edición, es útil resaltar el apoyo y la colaboración brindadas por instituciones culturales, académicas, científicas y comunitarias de la urbe.

En su devenir, el Festival ha ido estrechando lazos con la Universidad de Oriente, espacio desde el cual se propician acciones docentes, de superación e investigación sobre la impronta de Santiago Álvarez en el audiovisual cubano.

La creación de una cátedra que lleva el nombre del director de Now!, ha permitido que estudiantes de Periodismo y Comunicación Social se acerquen a la vida y obra de Santiago.

Imagen del Tercer Encuentro El mundo de Santiago Álvarez now se extiendió a Santiago de Cuba en el año 2022.

Dentro del programa del evento que iniciará el 3 de marzo y se extenderá hasta el día 8, la Universidad de Oriente será sede de proyecciones, donde podrán apreciarse obras en concurso, otras provenientes del país invitado y una muestra LGBTIQ+.

También la Universidad de Oriente acogerá la conferencia “El documental como arte de la conciencia”, del profesor Carlos Azpúrua, como parte del programa teórico del evento.

Durante cada edición, la Biblioteca Provincial Elvira Cape acoge a conferencistas como parte de los encuentros teóricos que se celebran, así como actividades colaterales al festival. Este año no será diferente, en sus salas se exhibirán carteles alegóricos al evento.

Además, en el recinto literario, segunda depositaria del país por los valiosos fondos que atesora, se realizará la conferencia El arte del documental, a cargo del cineasta Jorge Fuentes.

Otra de las instituciones que tendrá protagonismo dentro del Festival será el Museo de la Imagen, un espacio único que alberga buena parte de la historia de la realización audiovisual en Cuba. En su sala se proyectarán obras en competencia, documentales que forman parte de la muestra de realizadores estadounidenses que participarán en el evento y una selección de títulos dirigidos por Santiago Álvarez.

Otra de las instituciones que tendrá protagonismo dentro del Festival será el Museo de la Imagen, un espacio único que alberga buena parte de la historia de la realización audiovisual en Cuba. En su sala se proyectarán obras en competencia, documentales que forman parte de la muestra de realizadores extranjeros que participarán en el evento y una selección de títulos dirigidos por Santiago Álvarez.

Por su parte, Estudio Teatral Macuba será la sede para la exhibición de Diálogo con mi abuela, dirigido por Gloria Rolando.

El Festival también llegará hasta el Conservatorio Esteban Salas y la fábrica de Parenterales, espacios donde se realizarán presentaciones especiales. De igual manera, la sede de la UNEAC santiaguera recibirá a los artistas invitados en un encuentro con la música y el cine.

En su proyección hacia la comunidad el Festival presentará el Noticiero ICAIC Latinoameriocano 82, donde Santiago realiza un homenaje a la Campaña de Alfabetización y se proyectará también Silvio Rodríguez: Mi primera tarea, dirigido por la realizadora Catherine Murphy, donde se aborda la experiencia del músico en esta Campaña.

Otros espacios de la ciudad santiaguera se suman a la celebración del Festival y serán sede de encuentros, proyecciones, conciertos…, de tal forma que el cine documental, la obra de Santiago Álvarez y su impronta en el documental contemporáneo se extenderá por varios recintos de la urbe, entre ellos, los Laboratorios Oriente.

Diversidad de lenguajes en documentales del Festival Santiago Álvarez

                                 

Un total de 17 documentales integran la lista de obras en competencia del XX Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam


Por: Rubén Ricardo Infante

El próximo 3 de marzo iniciará en Santiago de Cuba la vigésima edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam, un evento que propicia la participación de un género audiovisual cada vez menos frecuente en las secciones de los grandes festivales a escala internacional.

Dedicado en esta ocasión al documental independiente que se realiza en EE.UU., una amplia delegación de directores formará parte de las sesiones del evento y compartirán sus criterios sobre los procesos de investigación a la hora de enfrentar el tema y sus antecedentes; las técnicas en la realización y los circuitos de exhibición y promoción para ser colocados.

Después de dos ediciones sin realizarse de manera presencial, debido a las restricciones sanitarias por la Covid-19, esta edición sostiene y amplía su interés en defender la existencia y necesidad de este evento.

La visualización de obras, el debate teórico, las presentaciones colaterales, las actividades comunitarias y otros espacios…, permitirán a los realizadores exponer sus perspectivas sobre la realización audiovisual en este formato.

El Santiago Álvarez, como muchos lo reconocen, ha defendido a lo largo de estas dos décadas la exhibición y la discusión sobre el género. Igualmente, el evento ha sido espacio para la visibilización de obras, cuyas temáticas abordan aspectos de la vida política, social, cultural de otras regiones.

En siete obras podría establecerse la música como el punto de encuentro de cada uno de ellos, pues abordan aspectos de creadores o agrupaciones de esta manifestación. Como es el caso de Sueño de isla sobre la vida y obra del músico Gerardo Alfonso, dirigido por Rolando Almirante o Los Muñequitos de Matanzas, la leyenda en ruta de Julia Mirabal.

Tráiler de Sueño de isla:

Sobre músicos cubanos también son los documentales: Silvio Rodríguez: Mi primera tarea de la directora estadounidense Catherine Murphy, acercamiento al trovador cubano desde su faceta como alfabetizador y Soy cubana, sobre la agrupación vocal y el concierto en EE.UU., dirigido a cuatro manos por Ivaylo Getov y Jeremy Ungar.

Tráiler de Silvio Rodríguez: Mi primera tarea

El documental Hay muchas cosas para hablar de Bruno Suárez se acerca a la figura de Juan Formell, director y fundador de Los Van Van, una agrupación que identifica a la música cubana no solo en el ámbito nacional, también internacionalmente.

Las relaciones que expresa la música con otras artes es el punto de partida en el documental español Controverso de Nuria Vargas Rivas; a partir de un viaje de investigación y encuentro con las raíces de la improvisación; sobre los viajes de ida y vuelta refiere también Hacia el buen vivir, de Belén de la Barrera.

Y la realizadora de la Televisión Serrana Kenia Rodríguez en Mañana con pentagrama de acero se acerca a la historia de la Steel Band de El Cobre.

Mientras que, De un mundo al otro, indaga en la identidad a partir de la historia de Choli y Alejandrina, un matrimonio de campesinos empotrados en lo más intrincado del lomerío de la Sierra Maestra, realizado por el director Jean Marimoutou.

En Confinados con una niña de 4 años de Pol Mallafré se condensa el ámbito familiar, a partir de la reclusión obligatoria que se impuso por la pandemia y cómo los niños asumieron esa etapa.

Palabek. Refugio de esperanza (Raúl de la Fuente) ahonda en las labores de misioneros salesianos en Palabek, el último abierto en Uganda para acoger a quienes huyen de la guerra en Sudán del Sur; por su parte, en From trash to treasure; convertir lo negativo en positivo su directora Lara Lee toma las experiencias de artistas y ciudadanos en comunidades de Lesoto, que a partir de desechos fabrican piezas de utilidad y belleza para contar las formas de vida de pobladores de la nación.

En el caso de las obras documentales que denuncian problemáticas de interés global, habría que referir El principio del fin de las armas nucleares (Álvaro Orús) donde hace un llamado a establecer acuerdos internacionales sobre la prohibición del uso de armas nucleares.

Otras obras en concurso de la vigésima edición del Santiago Álvarez son: Misión en Battambang, tras los pasos de Kike Figueredo dirigido por Iosa Andía y David Tejera; Sonic Fantasy de Marcos Cabotá; Una manera de existir de Lenia Sainut y Nowhere de Natalie Halla.

Los documentales que serán exhibidos durante las jornadas del evento muestran algunas de las tendencias de la realización audiovisual contemporánea y también la diversidad de estilos, lenguajes y maneras de utilizar o combinar las modalidades de representación del documental. 

XX Festival Internacional Santiago Álvarez: programa de conferencias

                                 

En cada edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam no solo se exhiben decenas de documentales que narran parte de la historia de la humanidad. La ocasión también es propicia para el análisis, divulgación y diálogo sobre temas relacionados con el arte cinematográfico y el género documental.

Durante estos eventos teórico, a realizarse en la ciudad de Santiago de Cuba en el venidero mes de marzo, se reúnen con el público: documentalistas, críticos de arte, músicos, periodistas y reconocidas personalidades del séptimo arte y la cultura en general. Una conversación amplia y provechosa sobre diversos temas de la realidad contemporánea acompaña esta vigésima edición.

Programa de conferencias XX Festival /2023

Salón Biblioteca Elvira Cape

VIERNES 3 DE MARZO

  • Conferencia: El arte del documental”

Conferencista: Jorge Fuentes

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 9 am a 11:00am

  • Conferencias: Tratamiento de la historia en la documentalística de Santiago Álvarez” y “Presencia martiana en la documentalística de Santiago Álvarez”. (panel)

Conferencistas: Dra. Aida Morales y Dra. Martha Fuente Labau

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 9am/11:00am


SÁBADO 4 DE MARZO

  • Conferencia: Historia e imágenes de nuestra gente”

Conferencista: Gloria Rolando

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 9 am a 11:00am

  • Conferencia: Influencia de la música cubana en la música latina de    New York”

Conferencista: Antonio Nadal y Boby Sanabria (músicos estadounidenses)

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 11:15am /1pm


DOMINGO  5 DE MARZO

  • Conferencia: “José Antonio Aponte, el Precursor. El gran desconocido”

Conferencista: Heriberto Feraudy Espino

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 9am/11:15am

  • Conferencia: “La producción colectiva comunitaria”

Conferencistas: Miembros del colectivo Meerkat Collective

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 11:15/1pm


LUNES 6 DE MARZO

  • Conferencia: “El activismo feminista en la Cuba de hoy; metas y retos que se imponen”

Conferencista: Taïna Barthel González

Moderador: Frank Padrón

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 11:15/1:00pm

  • Conferencia: “La distribución colectiva del documental independiente en EEEUU-una conversación”

Conferencistas: Pamela Sporn, Catherine Murphy, Jim Klein y Tony Heriza

Lugar: Sala Biblioteca Elvira Cape

Hora: 11:15am/1pm

Moderador: Frank Padrón